Cuando me ofrecí voluntaria para realizar los regalitos que mi sobrina daría a los invitados de su comunión lo hice sin pensar mucho dónde me estaba metiendo. Se lo propuse a mi cuñada y confió ciegamente en mí a pesar de mi poca experiencia, cosa que le agradezco enormemente porque da mucho subidón cuando estás empezando como yo en el mundo de las labores de ganchillo.
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